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2015
02
08

Operación Esmoquin 10 Sesiones EMS

Por mofit EMS 0

Desde Mofit Electroestimulación Valdemoro os enseñamos un articulo que hemos recogido de la revista GQ  http://www.revistagq.com , nos ha gustado mucho porque cuenta paso a paso sus impresiones sobre el entrenamiento con electroestimulación  de Miha Bodytec.

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Electroestimulacion

Operación Esmoquin #1: Nos hemos puesto el chaleco

Allá por marzo, nos dispusimos a probar las bondades de un nuevo método traído desde la antigua Hungría y que prometía el oro y el moro en lo que a horas y resultados en el gimnasio se refería: la Electro-Estimulación Muscular (a partir de ahora, EEM-Body).

Como decíamos, por aquel entonces únicamente testamos esta nueva técnica de musculación (y sobrevivimos a ella), pero ahora vamos un paso más allá para comprobar realmente la efectividad del EEM-Body: GQ se someterá al tratamiento completo de 10 sesiones recomendadas para alcanzar resultados evidentes. Con la ayuda del entrenador Juanjo Rodríguez, pionero en España en la aplicación de la electroestimulación, el que aquí escribe se enfrenta a este entrenamiento con un objetivo: estar a punto para el #GQ20 Aniversario y contar la experiencia de primera mano sin trampa ni cartón. Aquí comienza la ‘Operación Esmoquin’.

No pain, no gain, que solían decir, así que bajo este motto, con Eva Nasarre como referente del fitness mundial y con las esperanzas puestas en que esto sea el primer paso del progreso hacia poder hacer ejercicio en el sofá comiendo pizza, esto es lo que pude vislumbrar tras las primeras sesiones (texto escrito con los brazos aún agarrotados por las agujetas).

¿QUÉ ES?

“El EEM-Body en un método pionero en el sector de la salud, deporte y belleza, y se lleva a cabo a través de un chaleco revestido con electrodos en sesiones de 25 minutos”, explica el entrenador.

Sí, pero por qué este sistema (y no otro) y por qué basta con menos de media hora de entrenamiento. “Según el principio natural del sistema nervioso, el cual manda impulsos eléctricos para controlar nuestras acciones musculares, el EEM-Body nos permite llegar a las capas musculares más profundas”, prosigue Juanjo Rodríguez. “Con este entrenamiento conseguimos estimular el agonista y el antagonista (flexor y extensor) de forma simultánea y llegar a grupos y fibras musculares más profundas, a las cuales es casi imposible acceder con otros métodos de entrenamiento”.

En resumen, potenciamos los impulsos eléctricos naturales que genera nuestro sistema nervioso a la hora de ejercitar un músculo para trabajar nuestro cuerpo de dentro hacia afuera, por lo que se refuerza la base de los músculos, estos crecen desde el hueso hacia fuera y los resultados son más evidentes en menos tiempo (porque las fibras empujan desde abajo hacia arriba sin dejar una “zona flácida” o sin trabajar entre medias).

¿EN QUÉ CONSISTE?

Aquí llega en intríngulis y cuando nos vestimos de RoboCop.

Lo primero de todo es hacernos con un traje ajustado con un alto contenido en algodón para que transmita con más facilidad las corrientes eléctricas. Juanjo me proporciona uno en el mismo centro, de color negro, ceñido y el cual recoge las indeseables turgencias que queremos eliminar (sí en GQ también las tenemos). Todo son jiji-jajás con este pseudo-atuendo de ballet.

camisa interior miha bodytec

Después llega el famoso chaleco, que no es sólo chaleco. Nos explicamos: una banda recoge los glúteos ciñéndose en la parte abdominal inferior. Después, sí, el chaleco, que cierra en la parte delantera y se ajusta al cuerpo con unas cinchas laterales (“Empuja mis hombros mientras yo tiro de las bandas”, dice Juanjo enfrentado a mí. Y después ya soy el hombre biónico). Para terminar, un ceñidor en cada brazo y otro en cada muslo a modo de cinturón completan el traje repleto de electrodos. Nos acercamos a la máquina, que contiene una tarjeta identificadora personal que recogerá nuestro entrenamiento y progresión, y saludo para generar complicidad ante la que será mi mayor enemiga durante los próximos 25 minutos. Me enchufan, literalmente, a ella. Quedamos unidos por un cable grueso para que no escape durante el entrenamiento (que no huya yo, no la máquina).

“Cada grupo muscular se regula con su programa específico”, explica Juanjo, y poco a poco proporciona la intensidad a cada uno según las indicaciones, lo que pueda soportar.

Y ahora, una revista, GQ, un trozo de pizza y a disfrutar de la tarde. “Vale, ya está todo ajustado. Ahora cogemos estas pesas y empezamos, ¡1, 2, 3…!”. Espera, ¿qué? Sí, la electroestimulación se completa con ejercicios aeróbicos y anaeróbicos con resistencia de pequeños pesos mientras la máquina contrae tus músculos. Esto es un entrenamiento SEAL.

¿QUÉ HACE?

Según la experiencia de Juanjo Rodríguez, cada entrenamiento es específico para cada persona según sus necesidades y los objetivos planteados, de ahí la tarjeta personalizada y el estar acompañado del entrenador durante toda la sesión. Las principales aplicaciones del EEM-Body son las siguientes:

– Activar el 90% de nuestra musculatura, trabajando simultáneamente unos 300 músculos a alta intensidad. Todo ello sin producir carga en las articulaciones.
– Reduce el tiempo de trabajo a unos 20-25 minutos por sesión y equivale a una semana de trabajo en el gimnasio (3-4 sesiones).
– Tonifica y Moldea.
-Ayuda a perder grasa y combate la celulitis.
– Potencia el crecimiento de masa muscular.
– Rehabilita lesiones, entre ellas los dolores de espalda que muchos sufrimos, ya que trabaja las descompensaciones musculares del cuerpo y fortalece la musculatura interna.
– Tratamiento de incontinencia, debido al trabajo interno de la musculatura pélvica.

*Nota: esto no es la panacea, existen contraindicaciones para casos de epilepsia, diabetes avanzada, tumores, tuberculosis, arteriosclerosis avanzada y embarazadas. Ojo con esto.

chaleco miha bodytec

 

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FAQ

¿Qué sientes?

Precisamente una estimulación. La sensación es la de una vibración interna de cada músculo.

¿Te da calambrazo?

No da calambrazo. Muchas veces se confunde la denominación de electroestimulación con la de una corriente eléctrica, de descarga, como cuando un enchufe te da calambre, pero no es así. De la misma forma que un impulso nervioso natural no proporciona calambrazo, esto tampoco lo da. Simplemente contrae el músculo basándose en ese principio natural.

¿Duele?

No duele. Esto no quiere decir que sea cómodo o que no tengas que hacer esfuerzo. Contraer el 90% del músculo no es una fiesta, y si a ello le añadimos los ejercicios marcados por el entrenador, la fuerza (física y de voluntad) debe ser aún mayor si queremos conseguir los objetivos planteados.

Ojo con las agujetas, la electroestimulación accede a las fibras más internas generando microroturas que propiciarán el crecimiento muscular. Esto produce unos ácidos lácticos que cristalizan y voilá! Agujetas. El primer día las tendrás seguro, muchas, pero cuidado con el segundo, que llegan a su punto álgido. Se pasan, de verdad.

¿Es como el Gym-Form Butterfly Pro Total Fitness de la teletienda?

No. Nos mintieron con aquella mariposa mágica que prometía abdominales a cascoporro en lo que dura una siesta. La electroestimulación se completa con ejercicios aeróbicos y anaeróbicos sencillos, los cuales se ven potenciados por las corrientes eléctricas y nos quitarán la sonrisa de la cara. Esto requiere esfuerzo y dedicación, los milagros no existen.

¿Tengo que ir más veces al gimnasio o basta con el EEM-Body?

Cada sesión equivale a 3 ó 4 sesiones de gimnasio, y nos podemos quedar ahí, pero si pretendemos que esos resultados se vean multiplicados, deberemos completar el EEM-Body con ejercicio aeróbico (que consiga eliminar la capa de grasa superficial dejando ver el six-pack) y tablas de ejercicios específicas según nuestros objetivos (a esto último también nos hemos apuntado).

¿Puedo basar entonces mi dieta en hamburguesas, pizza y “pasta de resaca”?

Sí, puedes hacerlo, pero de nada te servirá todo el ejercicio que hagas, con o sin chaleco.
*Nota: la ‘Operación Esmoquin’ es un simulacro de puesta a punto, pero todo resultado físico requiere tiempo, dedicación y esfuerzo. 

entrenando suelo miha bodytec

ASÍ EMPEZAMOS

Como asegurábamos al principio de este artículo, la ‘Operación Esmoquin’ se desarrollará sin trampa ni cartón. Por eso, aquí quedan reflejadas las mediciones de partida que durante la primera cita tomó el equipo de Juanjo Rodríguez sobre este conejillo de indias en forma de redactor.

La primera sesión de EEM-Body (Electro-Estimulación Muscular) no fue fácil. Conseguir llegar al final de los 20 minutos de cada una de las sesiones es similar a correr una cuesta de 85º de inclinación, muy cuesta arriba, vaya. Pero ya estamos adentrados en la ‘Operación Esmoquin’ y no nos vamos a rajar.

La puesta a punto del #GQ20 sigue en marcha y nos encontramos a medio camino de conseguirlo. En el primer capítulo de esta serie (ya estamos eligiendo personajes para la adaptación televisiva) vimos qué era, para qué servía y cómo funcionaba este novedoso sistema de musculación, pero ahora que lo hemos probado en nuestras propias carnes, podemos hablar con mayor propiedad. Cinco sesiones hemos completado de las 10 que componen el programa total, y así va nuestra experiencia

OBJETIVOS

Antes de comenzar, como en cualquier plan, se plantean unas metas y, en el caso del redactor que escribe, el objetivo principal era “eliminar la grasa superficial. Después, “en una segunda fase, el objetivo será hipertrofiar (aumentar el tamaño) y sacar musculatura y volumen en la parte superior”, explica el entrenador Juanjo Rodríguez.

Hablando en cristiano, lo que van a hacer conmigo es suprimir esa leve capa de grasa tras las que se esconden mis tímidos abdominales y demás músculos (muffin top incluido) para sacarlos a relucir como David Gandy en la campaña de aquella fragancia.

SESIÓN EEM-BODY

Como comentábamos aquí, todo son risas mientras te acomodan el chaleco, pero una vez enchufado firmemente a la máquina EEM-Body, la cosa cambia. La sesión funciona con cuatro segundos de activación electroestimuladora y cuatro de “descanso” (lo ponemos entre comillas porque en realidad durante esos cuatro segundos de supuesto descanso, tú continúas haciendo el ejercicio). La rutina de ejercicios (porque no se trata de enchufarse y echarse la siesta mientras el aparato funciona solo), la marca el personal trainer.

“El programa siempre es el mismo en cuanto a hercios se refiere, es decir, en cuanto a intensidad. Aparte de los segundos de activación (las primeras sesiones funcionan con cuatro segundos de activación, después subiremos a seis), lo que varían son los circuitos”, comenta Juanjo Rodríguez. “Nuestro objetivo final es ganar volumen, pero antes vamos a eliminar la grasa, por eso no meteremos ningún complemento alimenticio. Si tu actividad aumenta, el músculo necesitará más energía y si no la encuentra en las proteínas, la chupará de esa grasa que queremos eliminar”.

ajustando chaleco

Lo curioso del programa es que en ninguna de las sesiones hemos repetido los mismos circuitos. ¿Por qué? “Hay ciertos ejercicios que vamos a repetir, pero siempre combinados con otros puntuales para no acostumbrar al músculo. Si no lo hiciéramos así, el cuerpo se adaptaría al entrenamiento y terminaríamos por no obtener resultados. Por eso debemos combinar ejercicios rutinarios con otros diferentes para que el músculo no siempre reciba el mismo estímulo”.

Al final de tanto estimulo-rutina-estímulo durante 20 minutos, terminas muerto, pero de forma placentera por el aumento de los niveles de endorfinas. Es contradictorio, pero bien.

COMPLEMENTOS

“Como nuestro objetivo es a corto plazo”, explica Rodríguez, “tenemos que complementar las sesiones de EEM-Body con rutinas en el gimnasio, siempre enfocadas a ganar volumen. Todo controlado y sin hacerse daño con sobrecargas”. Cuatro días a la semana haremos ejercicio, por tanto: dos con cita en el Centro Juanjo Rodríguez y otras dos bajo la ley de nuestra fuerza de voluntad que, como en todo ser humano, flaquea de vez en cuando.
Después de cada entrenamiento de electro-estimulación, es recomendable descansar al menos un día para dejar recuperar el músculo. Así, nuestros nuevos hábitos deportivos quedan repartidos de la siguiente manera: lunes y jueves, EEM-Body; miércoles, rutina* 1 con dos circuitos** que repetiremos tres veces cada uno; y un día del fin de semana (la parte más dura), rutina 2 con dos circuitos que repetiremos tres veces cada uno.

Disponer de una fisonomía delgada es lo que tiene, que de donde no hay, no se puede sacar (o al menos es mucho más difícil), que diría mi abuela, por lo que se deben multiplicar esfuerzos.

Pero, un momento, ¿qué pasa en este caso con la cuestión “Rutina-Estímulo” que hablábamos en el punto anterior? Porque aquí los ejercicios siempre son los mismos… “En el gimnasio es diferente, porque sería muy complicado enviar cada día una tabla a cada persona”, expone Rodríguez. “Por eso, trabajamos con tablas que utilizaremos durante seis u ocho semanas y, transcurrido este periodo, cambiamos”.

entreno con pesas electroestimulacion

La dieta

No nos alarmemos con la palabra dieta, porque ésta no implica necesariamente perder peso. Una reorganización de la que ya tenía es lo que me proponen: proteínas durante todo el día (el elemento principal para el crecimiento del músculo), hidratos sólo por la mañana (aportan energía y, si no se consumen con nuestra actividad, pasarán a ser grasas) y adiós a los azúcares y panes blancos. No parece complicada de seguir: puedo comer de todo, siempre que sea hervido, a la plancha, asado, rehogado o a la parrilla. Nada de fritos, guisos o salsas, nada de pan blanco y todo producto lácteo pasará por el tamiz de desnatado. Recibido.
Eso sí, Juanjo advierte: “No soy muy partidario de consumir complementos alimenticios en la dieta, pero como tu fisonomía es delgada y tu cuerpo por sí solo no crea la suficiente energía para que el músculo aumente, tendremos que meter algún suplemento, que en este caso son los batidos de proteínas. El músculo terminará llegando, aunque de forma más lenta”.

PRIMEROS RESULTADOS

Después de cinco sesiones, lo que equivaldría a unas 15-20 horas de gimnasio convencional, esto es, a más o menos a un mes de rutina deportiva (cada sesión de 20 minutos de EEM-Body supone entre 3 y 4 horas de gimnasio), observamos los primeros resultados.

No, todavía no bailan los abdominales al levantarnos la camiseta, pero el muffin top ha desaparecido y debajo de él comienzan a endurecerse los músculos, desaparece la flacidez y el cuerpo empieza a reubicarse: «Una vez eliminada la grasa superficial y gracias a los ejercicios que aplicamos (los de abdominales o ‘core’, como ellos los llaman, no son de este mundo), el cuerpo se compacta», explica Juanjo, y parece que vamos por buen camino. Veremos cómo termina la ‘Operación Esmoquin’.

ESTADO ACTUAL

Sí, podemos decir que hemos completado el entrenamiento EMM-Body. Hemos superado las 10 sesiones de electrofitness, el famoso chaleco, con el entrenador Juanjo Rodríguez, pionero en la práctica de este nuevo sistema de musculación. La estimulación eléctrica no ha podido con nosotros e incluso hemos sentido pena al separarnos de la máquina del demonio (o quizás no).

En la segunda entrega de ‘Operación Esmoquin’ nos habíamos quedado a mitad de camino, cuando aún todo esto parecía un entrenamiento SEAL (soldados de alto rendimiento). En el transcurso de las sesiones, el hábito se ha convertido en rutina y cada lunes y jueves hecho de menos enchufarme a la máquina para descargar la adrenalina del día.

brazos estirados electroestimulacion

LA RECTA FINAL

He pasado de una sesión semanal de EMM-Body a dos sesiones por semana; y de los cuatro segundos de activación, a los seis. Todo soportable, el cuerpo ya se ha hecho a los estímulos eléctricos.

Apenas quedan unos retazos de la grasa que, según los objetivos planteados al principio, pretendía perder para comenzar a marcar y definir el músculo de forma evidente. Los entrenamientos se endurecen y sigo una rutina de ejercicios combinada con otros complementarios para que “el músculo no siempre reciba el mismo estímulo, se acostumbre al ejercicio y terminemos por no obtener resultados”, comenta Juanjo.

El entrenador sigue marcando los ejercicios de cada ciclo, pero mi mente ya cuenta por sí sola el número de repeticiones y sabe cuándo adelantarse a la activación en aquellos casos en los que sólo trabajamos durante la estimulación (ejercicios de máxima intensidad, necesito dar una repetición por cada segundo de activación, y es duro).

Los 20 minutos de sesión siguen precisando de esfuerzo, pero ya no se hacen tan cuesta arriba como al principio, y alcanzar los cinco minutos de relajación son el premio final al trabajo. Lo que no desaparece son las agujetas.

Incorporo a la dieta los batidos de proteínas por recomendación de Juanjo: “No soy muy partidario de consumir complementos alimenticios, pero como tu fisonomía es delgada y tu cuerpo por sí solo no crea la suficiente energía para que el músculo aumente, tendremos que meter algún suplemento, que en este caso son los batidos de proteínas”. No son agradables, pero esto es la ‘Operación Esmoquin’ y se hace lo que se precise. “El músculo terminará llegando, aunque de forma más lenta”, remata. Ok, lo asumo.

miha 2 electroestimulacion

RESULTADOS

Como desvelaba al principio de este artículo, por lo que a nadie pillará por sorpresa a no ser que sólo hayáis visto las fotos intentando vislumbrar a un redactor de GQ en pleno sufrimiento, las 10 sesiones de electrofitness han finalizado. Los resultados son evidentes, se ven y los ven. Esto es así.

La grasa ha desaparecido, adiós muffin top, ¡no vuelvas nunca! ¡OJALÁ ESTÉS ARDIENDO EN EL INFIERNO! El cuerpo está más compacto, como prometió Juanjo: «Una vez eliminada la grasa superficial y gracias a los ejercicios que aplicamos, el cuerpo se compacta», unos tímidos abdominales comienzan a asomarse y el brazo toma forma. De momento ha aumentado un centímetro, pero nadie aseguró milagros al enchufarse a la máquina, la masa muscular no crece de un día para otro, todo resultado físico requiere tiempo, dedicación y esfuerzo.

CONCLUSIONES

Llegados a este punto, procedo a dar respuesta a las tres preguntas que más veces me han realizado durante este proceso:

1. ¿Funciona de verdad?

Sí, funciona de verdad. Es cierto que, de la misma forma que en un entrenamiento convencional en el gimnasio, si no te lo tomas en serio, los resultados no serán evidentes. El trabajo y la fuerza de voluntad deben ser aportados por la propia persona. Si no existe un compromiso, de nada nos servirá.

El principal objetivo del entrenamiento EMM-Body no es hacer milagros, sino acelerar los resultados que en un entrenamiento físico normal tardaríamos más tiempo en ver. De esta forma, la motivación aumenta y continuar con la rutina es más sencillo. Todo ello unido a los efectos beneficiosos que se desprenden de este sistema, como activar el 90% de nuestra musculatura, tonifica y moldear o incluso rehabilita lesiones.

*Nota: dependiendo de las condiciones anatómicas iniciales, los objetivos a alcanzar nos llevarán más o menos tiempo, es decir, dependiendo de la grasa que debamos perder o la musculatura que debamos aumentar necesitaremos más o menos sesiones de entrenamiento.

2. ¿Es duro?

Es duro. No es un paseo por el campo, hay que hacer ejercicio mientras te estimulan los músculos, por lo que la fuerza que hay que ejercer es mucho mayor. Son cuatro horas de entrenamiento tradicional concentrados en 20 minutos, literalmente. Piénsalo.

3. ¿Lo tienes que llevar muy a rajatabla?

La ventaja de trabajar con EEM-Body es que el entrenamiento se realiza previa cita. Una vez acordada y dos días antes de tu encuentro con la máquina, el equipo de Juanjo Rodríguez te envía un email recordándote tu sesión, para que no se te olvide o no te escaques, por lo que cumplir con esta rutina se hace llevadero.

Lo complicado es cumplir con las sesiones de gimnasio propias y con la dieta. Todos somos débiles, y alguna vez hemos sustituido la tabla de ejercicios por una hamburguesa. ¡SÍ, LO CONFIESO! El problema no es ese, comerse una hamburguesa o darse un capricho de vez en cuando no es nada malo, tranquilos, pero hay que ser conscientes de que no se puede hacer todos los días y de que al día siguiente habrá que quemarlo con un par de carreras.

El sistema engancha, y nosotros ya tenemos en nuestro poder otro bono de 10 sesiones para combinar con el gimansio habitual (en el cual cambiaremos las rutinas cada 6-8 semanas para seguir estimulando al músculo como nos han enseñado los profesionales). En resumen, el sistema es recomendable, da resultados a medio palzo, pero no es milagroso y requiere que pongamos de nuestra

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